«Elecciones 2026: ¿La Economía en Jaque?»

Luis A. Zegarra

Queridos amigos electores, compatriotas preocupados por el futuro, abróchense los cinturones. El 2026 se acerca con la promesa de un nuevo líder, pero también con la sombra de una incertidumbre que puede paralizar nuestra economía. En un país donde la división ideológica es un volcán en erupción, ¿cómo protegemos nuestros bolsillos y el futuro de nuestros negocios? Acompáñenme a desentrañar los cinco riesgos que podrían convertir nuestra próxima elección en un dolor de cabeza económico.

Desarrollo del Artículo:

Seamos sinceros, peruanos. La política, en lugar de ser un debate constructivo, se ha convertido en un ring de boxeo donde las ideas se intercambian a puñetazos. Y en este ring, nuestra economía puede ser la gran perdedora. Aquí les presento los cinco riesgos que me quitan el sueño:

1. La Parálisis de la Inversión: «Esperemos a Ver Quién Gana» Imaginen a los grandes inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, con el dedo en el botón de «pausa». ¿Por qué arriesgar capital en un país donde las reglas del juego podrían cambiar radicalmente con el nuevo gobierno? La incertidumbre sobre las políticas económicas, fiscales y regulatorias puede congelar proyectos, retrasar expansiones y, en el peor de los casos, llevar a la fuga de capitales. Esta «espera» nos cuesta empleos, crecimiento y oportunidades.

2. La Volatilidad del Tipo de Cambio: «El Dólar en Montaña Rusa» Nuestra moneda, el sol, es sensible a los vientos políticos. Las encuestas, los debates y las declaraciones de los candidatos pueden generar fluctuaciones bruscas en el tipo de cambio. Un dólar desbocado encarece las importaciones, aumenta la deuda en dólares de las empresas y genera inflación. ¿Quién paga el pato? Nosotros, los consumidores, con precios más altos y menos poder adquisitivo.

3. El Despilfarro Fiscal: «Promesas que se Pagan con Deuda» En campaña, los candidatos suelen prometer el oro y el moro: subsidios, aumentos salariales, proyectos faraónicos… ¿Quién paga la cuenta? Nosotros, los contribuyentes, con impuestos más altos o, peor aún, con un aumento de la deuda pública que hipoteca nuestro futuro. Un gobierno irresponsable puede desestabilizar nuestras finanzas y poner en riesgo la sostenibilidad de nuestra economía.

4. La Polarización Social: «Un País Dividido, un País Estancado» La división ideológica no solo envenena el debate público, sino que también afecta la productividad. Las huelgas, las protestas y los bloqueos pueden interrumpir la producción, el comercio y el turismo. Un país dividido es un país estancado, donde el crecimiento económico se convierte en una quimera.

5. El Riesgo de un Gobierno Populista: «El Mesías que Nos Lleva al Abismo» En tiempos de crisis, las soluciones fáciles y los discursos mesiánicos pueden seducir a un electorado desesperado. Pero los gobiernos populistas, con sus políticas intervencionistas y su desprecio por las instituciones, suelen terminar en desastres económicos. La historia latinoamericana está llena de ejemplos que no debemos repetir.

¿Qué Podemos Hacer?

Como electores, tenemos la responsabilidad de informarnos, de exigir propuestas concretas y de votar con la cabeza fría. No nos dejemos seducir por los cantos de sirena ni por los discursos incendiarios. Exijamos a los candidatos que nos expliquen cómo financiarán sus promesas, cómo garantizarán la estabilidad económica y cómo construirán un país unido y próspero.

Como empresarios, debemos prepararnos para la volatilidad. Diversificar nuestros mercados, asegurar nuestras cadenas de suministro y gestionar el riesgo cambiario son medidas prudentes. Y, sobre todo, debemos alzar nuestra voz para defender la estabilidad y la predictibilidad, elementos esenciales para la inversión y el crecimiento.

Amigos, el futuro de nuestra economía está en nuestras manos. No permitamos que la polarización política nos robe la prosperidad que tanto nos ha costado construir. Informémonos, debatamos con respeto y votemos con responsabilidad. El Perú lo merece.